Sábado de relax
Ayer fue uno de esos sábados en los que te permites hacer únicamente lo que te pida el cuerpo. Me levanté a las 10 de la mañana, descansado y relajado. con un precioso día soleado que me decía «oye tío, ves a tomarte un cafetito con una ensaimada en la cafetería del Corte Inglés, y te haces un dibujito de esas vistas tan guapas de Barcelona».
«Sí»- Contesté.